En el audiovisual buscamos un resultado dinámico, respetando los momentos emotivos y divertidos. Una boda es eso, un día de emociones, de reír y llorar, momentos de pausa, de movimiento y de fiesta. Y eso es lo que creemos que debería ser un vídeo de boda, un reflejo de la realidad potenciado por el lenguaje audiovisual. Captar esos momentos, jugar con el lenguaje, la música, el sonido ambiente… con el objetivo de conseguir que reviváis vuestro día.